¿Tu hijo ama los videojuegos pero tú prefieres que juegue sin pantallas? Este laberinto magnético es la solución perfecta. Tiene todo el encanto del mundo de Mario Bros, pero con bolitas de colores que los niños deben guiar por pasadizos, tubos y obstáculos usando una varita magnética.
Mientras ellos se entretienen llevando cada pelotica a su lugar correcto, desarrollan concentración, coordinación ojo-mano, motricidad fina y pensamiento lógico… ¡sin siquiera darse cuenta! Además, como es silencioso y compacto, es ideal para jugar en casa, en el carro o en una sala de espera.
Recomendado a partir de 3 años. Para niños curiosos… y papás que quieren un ratito de paz sin pantallas ni enchufes.