Los niños y las ciencias
Independientemente de cuáles sean los talentos naturales de nuestros niños, ha sido demostrado que el contacto prematuro y constante con las ciencias es de vital importancia para el desarrollo de sus habilidades cognitivas y del pensamiento crítico, además ayuda fomentar sus capacidades de organización y concentración.
Las STEM (por sus siglas en ingles Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) o STEAM (+Artes) son parte de nuestro día a día, desde cómo y cuánto respiramos hasta lo que comemos y procesamos para que sea nuestro combustible. Todo a nuestro alrededor es ciencia.
Es evidente que los sistemas educativos a nivel global están adoptando una tendencia hacia una mejor y mayor exposición de los niños a las ciencias en sus primeros años de vida. Aprovechar esa capacidad innata de ser curiosos y de aprender como esponjas hacen que se convierta en un proceso espontáneo que los afectará positivamente el resto de sus vidas, independientemente del camino profesional que desearán emprender. “Las investigaciones nos dicen que la experiencia temprana de los niños construye la arquitectura del cerebro y sienta las bases para las habilidades de pensamiento y el enfoque de aprendizaje de por vida, ambas raíces críticas del éxito de STEM. Después de todo, las disciplinas STEM requieren no solo conocimiento del contenido sino también disposiciones de pensamiento sólidas, como curiosidad e indagación, cuestionamiento y escepticismo, evaluación y análisis, así como una fuerte mentalidad de aprendizaje y confianza al encontrar nueva información o desafíos. Estos deben desarrollarse en la educación temprana de un niño, comenzando en la infancia y continuando hasta el tercer grado para sentar las raíces del éxito de STEM (McClure, 2017 IES)”. Por otro lado tenemos claro que no todos los sistemas educativos están preparados o evolucionan a la misma velocidad, es por ello que el rol de los padres y de la familia en general es fundamental si queremos donar a nuestros hijos habilidades y capacidades indispensable para su desarrollo personal y profesional.
Los mismos estudios revelan que la mayor parte de los padres no se siente preparados o se siente un poco intimidados por la misma palabra ciencia, esto es debido al concepto erroneo de que las ciencias son complicadas y difíciles. Es hora de superar esas viejas creencias. Las ciencias las vivimos en nuestra cotidianidad, y afortunadamente hoy en día disponemos de infinidad de recursos para observar, explorar, formular hipótesis, investigar, descubrir, analizar, experimentar, verificar y concluir junto a nuestros pequeños de manera creativa y divertida. !Nunca subestimar el juego como mejor herramienta para el aprendizaje!.
Tips para acompañar a nuestros niños en esta aventura
Las palabras claves serán: explorar, observar y hacernos preguntas. La naturaleza y nuestro entorno serán nuestros aliados para ofrecernos infinitas oportunidades de aprendizaje. Así que:
1.- Incentiva a tu hijo a interactuar con su entorno. A describir lo que ve y siente, a formularse preguntas, como por ejemplo: ¿Por qué el cielo es azul? ¿Por qué el azúcar “desaparece” cuando lo mezclo con el agua? ¿Por qué cambia de sabor? ¿A dónde va el sol cuando oscurece?. Recuerda que los padres no sabemos todas las respuestas y que lo más bello de esta aventura será encontrar las repuestas juntos.
2.- Discutir temas científicos cotidianamente de manera divertida; un ejemplo podría ser durante la preparaciones de una receta (medidas, proporciones, efectos del calor generado por la temperaturas, etc). Observar las nubes, las estrellas o los distintos efectos meteorológicos: la lluvia, el viento, el calor del sol, los truenos, etc.
3.- Considerar siempre la personalidad y los intereses de nuestro hijo a la hora de planificar alguna actividad, incluso involucrarlo en la planificación puede aún más incentivar su interés y atención.
4.- Inverte en algunos instrumentos que puedan ser estimulantes y acordes con los gustos que el niño haya manifestado, como por ejemplo: un microscopio, un set de arte, un kit de minerales, una granja de hormigas, un kit de astronomía, algún instrumento musical, entre otros. Como dijo la escritora Mahtab Narsimhan “Una buena educación es el mejor regalo que puedes darte a ti mismo o a cualquier otra persona”… ¿cómo no darla a nuestro hijos? será un regalo que durará para siempre y que abrirá las puertas para nuevas y mejores oportunidades.
5.- Planificar salidas al aire abierto, un parque, una playa, una excursión a la montana, a una granja. La naturaleza será siempre nuestra más grande maestra. Observar el vuelo de los pájaros ¿Por qué ellos vuelan y nosotros no?, descubrir cuál es la fauna típica de nuestro ecosistema, en que nos parecemos a ellos y en que nos diferenciamos, descubrir la magia del equilibrio de la naturaleza, detenerse a observar el trabajo de las hormigas, o simplemente ¿ Cómo se forman las olas?.
6.- Las visitas a los museos de ciencias, de historias, de artes, así como a las bibliotecas son otra invaluable fuente de estímulos y de recursos para explorar y descubrir nuevos tópicos. Es importante no querer conocerlo todo un mismo dia, tratar de escoger con ellos cuál area o tema explorar es fundamental para crear interés y pasión.
6.- Existen muchas páginas en YouTube o Instagram que nos ayudan a crear mini experimentos en casa, tenerlas a la mano para cuando estemos cortos de ideas es una muy válida alternativa.
7.- Hilar nuestros experimentos en casa con los contenidos que están desarrollando en la escuela es una óptima estrategia para reforzar los conceptos que ya han visto, a lo mejor solo desde el punto de vista teórico, será una grande oportunidad de poderles hacer la demostración práctica.
8.- Tratar en lo posible de reutilizar los materiales disponibles en casa, utilizar los que podrían considerarse desechos. Así damos aún más valor a la actividad, creamos conciencia ecológica, estimulamos la creatividad y inculcamos economia domestica.
No hay motivos para no encender ese pequeño investigador que hay en ti y con ello hacer germinar esa semilla con la que cada chico nace. Cuando verás encender esa chispa de curiosidad, de sorpresa ante cada nuevo descubrimiento o aventura no querrás parar, así como cuando notarás que sus habilidades comunicacionales, de cooperación, de pensamiento crítico y creativo se consolidad cada dia más sentirás como tu corazón regocijará de alegría. Estarás incrementando la posibilidad de que tu peque descubra su talento, lo transforme en un punto de fuerza y logre ser la astronauta, el investigador, la programadora, el cirujano, la biologa, el músico, la artista, el explorador, … satisfecho, seguro y realizado de la próxima generación.
Escrito por Nairim Zerpa
Fuentes: