¿Hasta que edad deben usar juguetes nuestros niños?
Esta es la pregunta que algunos padres se hacen cuando sus peques van creciendo. No existe una respuesta correcta, solo podemos decir que jugar es una habilidad y pasatiempo que deberíamos mantener por el resto de nuestras vidas.
Jugar es un instrumento indispensable en el aprendizaje, no solo para adquirir habilidades cognitivas sino también habilidades sociales, por tal motivo nuestros hijos nunca deben sentirse inapropiados por querer jugar.
Sin embargo, esta inquietud nace cuando algunos padres, guiados por preconceptos sociales, consideran que continuar jugando a una cierta edad con juguetes puede ser contraproducente para la madurez del niño.
Es indudable que durante la pubertad muchos niños pierden el interés por ciertos juguetes, dado que en esta fase el querer sentirse grandes es imperante, es una fase fisiológica natural siempre y cuando no sea condicionada por aspectos externos.
Los padres podemos ser los primeros que forzamos la situación con juicios inapropiados como: “ya estás muy grande para jugar con eso”, “ya no eres un niño para que pierdas tu tiempo jugando con juguetes”; etc; con mayor frecuencia pueden ser los compañeros y amigos, quienes puedan tomarse a burla el deseo de un niño de querer seguir jugando con ciertos juguetes, hasta el punto que niño inhiba sus deseos de juego para adaptarse al grupo.
Esto puede ser contraproducente, porque el niño se ve “obligado” a limitar su creatividad, su válvula de escape al mundo real, su capacidad para descubrir y entender sus emociones, inclinaciones y habilidades. Recordemos que la preadolescencia es una fase significativa en la vida de todo ser humano, en ella maduramos la autoestima y el autoconocimiento.
A continuación les dejamos los mejores tips que hemos encontrado sobre este tema:
1.- No existe una edad máxima para jugar con juguetes y juegos. Si bien existe una edad mínima para ciertos juguetes, por motivos de seguridad física y cognitiva a la cual debemos de prestar mucha atención, no funciona de igual manera para la edad máxima, depende solo de cuan interesante o estimulante el chico considere el juguete. La pelota, los legos, los títeres o muñecos, los carritos, son todos juguetes que no tienen límites de edad.
2.- Jugar puede ser considerada una liberación para los chicos a medida que crecen. Proporciona una forma distinta de solucionar sus problemas, afrontar conflictos y de descubrir las propias fortalezas y debilidades. Sobre todo los juegos libres donde las reglas y las dinámicas dependen solo de su creatividad y su voluntad de crear la realidad que ellos desean explorar.
3.-Conectar con su imaginación a través del juego puede incluso ser considerada una válvula de escape, un lugar donde refugiarse cuando desean escapar de la realidad, de las normas y reglas que los vinculan a la cotidianidad, todo esto mientras están aprendiendo a lidiar con un mundo más complejo a su alrededor. Así como nosotros tomamos un libro, un paseo o cualquier otro medio que nos ayude a despejar la mente, para los peques el juego puede ser su lugar de refugio.
4.- Es siempre vital tener presente que cada niño o niña se desarrolla a ritmos distintos y es también natural que un chico pierda totalmente o paulatinamente el interés por ciertos juegos o juguetes, siempre y cuando no sea un condicionamiento impuesto.
5.- Cuando sus amigos desean aparentar ser mayores a lo que realmente son e inicien a menospreciar los juguetes y el juego, la mejor estrategia es tratar de entender las verdaderas intenciones de nuestro peque y ser un lugar seguro donde pueda sentirse libre de expresar sus verdaderos deseos sin condicionamientos, hay que recordar que es una fase de muchos cambios y de mucha exploración, lo que hoy le pueda encantar mañana puede ser totalmente fútil.
6.- Es bastante normal que un niño quiera jugar con juguetes a medida que crece, considera siempre que está aprendiendo y explorando, reforzando capacidades y habilidades.
7.- No debe de ser motivo de preocupación que el chico juegue a menos que esa actividad no interfiera con la vida real, su rutina cotidianas y sus responsabilidades y las relaciones interpersonales.
8.- No debemos ser nosotros quienes de un día para otro hagamos limpieza en su habitación diciendo que ya no tiene edad para ciertos juguetes, lo mejor es que ellos mismos los vayan excluyendo, lo que no siempre significa que el joven esté dispuesto a abandonar todos los juguetes por completo.
9.- El joven durante esta fase reconoce la necesita de dominar nuevas habilidades, relacionarse con otros, asumir responsabilidades y expresarse, es aquí donde el deporte juega un rol fundamental, puede ser incluso la chispa motora en el descubrimiento de habilidades para el futuro adulto.
10.- Se considera que un chico de 12 años está ya iniciando a abandonar los juguetes, aunque por todo lo anteriormente mencionado no hay que preocuparse si aún busca refugio en ellos. Incluir juegos que sean intelectualmente estimulantes puede ayudarlos a explorar nuevas formas de entretenimiento.
11.- El deporte y las actividades físicas son una excelente manera para reforzar la autoestima.
12.- Dedicar tiempo para jugar con nuestro peque aún cuando ya no sea un chiquillo, jugar es sano y bueno para fortalecer las relaciones interpersonales, es una sana distracción y entretenimiento, es bueno para el bienestar físico y psicológico. Disfrazarse, juegos de mesa, juegos deportivos, tocar instrumentos, pintar, cantar, juegos de roles, etc, son todas buenas opciones.
13.- Hacer la limpieza de fin de año, o cuando mejor se considere, es un momento ideal para hablar y escoger sobre cada juguete, su uso, el apego, la interacción e interés aún se tenga por él. Cuando un juguete ha cumplido su propósito, instamos a nuestros hijos a donarlo a otro niño.
14.- Existen juguetes que incluso nosotros mismos desearemos conservar para la memoria y el recuerdo. Es el apego a uno de los períodos más bello en la vida de nuestros chicos.
Si comprendemos esto, será mucho más fácil entender por qué los chicos a menudo dudan en desprenderse de sus juguetes a medida que crecen. Nunca dejes que tu hijo crea que es demasiado mayor para jugar con juguetes, a menos que sea evidente un problema de aislamiento o socialización.
No hay que preocuparse demasiado, la madurez emocional y el tiempo de ser adultos responsables llegará inexorablemente. Ser pacientes y comprensivos como padres, probablemente tomará algún tiempo llegar a la transición en la que se dejan atrás los juguetes.
En conclusión, para nosotros divertirse nunca pasará de moda.
Para consultar: